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Las notas suaves de los violines empezaron a escucharse alrededor de las 8:30 de la noche en un estadio expectante, seguidas de la intensidad de los cellos y bajo la incesante batuta de un director de cabellera cana y movimientos continuos.

Las notas suaves de los violines empezaron a escucharse alrededor de las 8:30 de la noche en un estadio expectante, seguidas de la intensidad de los cellos y bajo la incesante batuta de un director de cabellera cana y movimientos continuos.

Las notas suaves de los violines empezaron a escucharse alrededor de las 8:30 de la noche en un estadio expectante, seguidas de la intensidad de los cellos y bajo la incesante batuta de un director de cabellera cana y movimientos continuos.Foto: EL SIGLO DE TORREÓN 23 de septiembre de 2006

publicada el 25 de septiembre de 2006

Galería completa: Arde Aída en Torreón

30 de 35 » Las notas suaves de los violines empezaron a escucharse alrededor de las 8:30 de la noche en un estadio expectante, seguidas de la intensidad de los cellos y bajo la incesante batuta de un director de cabellera cana y movimientos continuos.

Arde Aída en Torreón

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Las notas suaves de los violines empezaron a escucharse alrededor de las 8:30 de la noche en un estadio expectante, seguidas de la intensidad de los cellos y bajo la incesante batuta de un director de cabellera cana y movimientos continuos. Las notas suaves de los violines empezaron a escucharse alrededor de las 8:30 de la noche en un estadio expectante, seguidas de la intensidad de los cellos y bajo la incesante batuta de un director de cabellera cana y movimientos continuos.

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